lunes, 6 de febrero de 2012

La fiebre y los niños

Estamos en pleno invierno y los que somos padres sabemos lo tristes y apagados que se ponen nuestros hijos cuando se resfrían y tienen fiebre.Muchas de las infecciones que sufren son procesos benignos y asintomáticas. La fiebre es un síntoma, no enfermedad en si misma y consiste en elevación de la temperatura axilar por encima de 37,4ºC y 37,9ºC si es rectal.
Para nuestra tranquilidad no existe una relación directa entre el grado de temperatura y la gravedad de la causa que lo produce. Normalmente esta se debe a procesos infeciosos víricos o bacterianos siendo labor del médico el diagnóstico. En otras ocasiones se debe a enfermedades complicadas siendo la fiebre uno más de los síntomas que se presentan.
Como síntoma hay que tratarlo y no esta exenta de producir complicaciones como la deshidratación o las temidas convulsiones. Los síntomas que se presentan son causa de un aumento del metabolismo, sudoración enrojecimiento de la piel, escalofríos, inquietud, perdida de apetito y disminución de la actividad en general.


Consejos frente a a la fiebre:

-No abrigar al niño en exceso, esto provoca un aumento de la temperatura corporal
-La habitación debe estar entre 20-22ºC
-Debemos aportar líquidos azucarados, zumos de fruta así como comida rica en hidratos de carbono,    pasta,arroz, pan.
-Es eficaz aplicar paños de agua fría por el cuerpo.Esta debe estar 2-3º por debajo de la temperatura corporal. La creencia popular de aplicar friegas de alcohol o colonia son ERRÓNEAS ya que pueden producir problemas por absorción de alcohol a través de la piel. Tampoco es conveniente la aplicación de duchas frías o hielo ya que provocaría escalofríos y aumento de temperatura corporal por rebote.


Respecto a los medicamentos:

Actualmente todos tenemos en casa los dos medicamentos estrella para combatir la fiebre: paracetamol e ibuprofeno. Hasta hace poco también se utilizaba el Acido Acetilsalicílico (AAS), este ha caído en desuso por un efecto secundario , el síndrome de Reye. Esta asociación es hoy en día controvertida.
El ibuprofeno es analgésico, antipirético y antiinflamatorio tiene buena tolerancia pero es un fármaco de la misma familia que el AAS por lo tanto produce los mismos efectos secundarios. esto nos indica que cuando nuestro peque nos dice que le duele la tripa tras unos días de tomar ibuprofeno debemos de creerle ya que es un posible efecto adverso. Uno de los efectos adversos silentes y peligroso es la toxicidad que tiene para el riñón, el ibuprofeno es nefrotóxico y por lo tanto no debe de tomarse más de tres días seguidos sin supervisión médica.
El paracetamol es antipirético y analgésico, no tiene efectos antiinflamatorios. La sobredosificación de paracetamol es muy grave y se puede producir un fallo hepático ,esta intoxicación no se presenta en las primeras 24 horas siendo muy importante llevar al paciente al centro hospitalario si se sospecha de una ingesta de mas 100mg/kg.

Para ver a nuestros peques sanos hay que estar atento a si tienen comportamiento inusual, con fiebre persistente de más de dos dias, respira con dificultad, aparecen manchas en la piel o rechaza el alimento, debeís ir al médico. Recordar que si aplicaís alguna vacuna esta puede provocar una reacción de fiebre. Vuestro pediatra os recomendará las dosis adecuadas de antipirético para evitar efectos indeseables y vuestro farmacéutico os aclarará cualquier duda que os surja de como se deben utilizar los medicamentos.

Desde este blog y todo el equipo de Farmacia Sarasketa os invitamos a que nos consulteís cualquier duda sobre el crecimiento de vuestros niños asi como la utilización de medicamentos.

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